El camino es como una soga que une a las comunidades y nos permite vivir como una familia.
—Pánfilo Sulca (Quechua), Sarhua, región de Ayacucho, Perú, 2010
El Imperio Inka transformó al mundo
De una u otra forma, el Imperio Inka ha dejado su huella en cada uno de nosotros. Lo que sucedió con el Tawantinsuyu hace 500 años, ha influenciado el mundo en el cual vivimos. Los españoles llegaron en busca del oro inkaico, pero el Tawantinsuyu les tenía reservados otros tesoros de mayor importancia.
Papa, maíz, quínoa
Los comestibles andinos modificaron los hábitos alimenticios del mundo. La papa, el maíz y la quínoa, originarios de los Andes, actualmente se cultivan y se consumen en todo el mundo. Las papas crecen en climas fríos, como el norte de Europa y el Himalaya, donde salvan a millones de personas del hambre durante los inviernos hostiles. Recientemente el mundo ha descubierto a la quínoa, y hoy en día su alta demanda priva a los andinos de su alimento tradicional.
Plata
La plata de las minas de Potosí, en lo que hoy es Bolivia, convirtió a España en la nación más rica de la tierra durante los siglos XVI y XVII. Esta riqueza financió las expediciones de conquista españolas alrededor del mundo, así como una larga serie de guerras en Europa y una "edad de oro" de las artes en España. La historia de Europa hubiera sido muy diferente sin la plata de los Andes.
Construido para sobrevivir
Hay tramos del Qhapaq Ñan que han resistido los embates del tiempo mejor que las rutas modernas. El camino ofrece importantes lecciones sobre sustentabilidad, uso de materiales autóctonos y construcción en armonía con el medioambiente.
Algunos sectores del camino se han utilizado como cimiento de las rutas modernas. La autopista Panamericana que atraviesa Perú y Chile, así como la ruta 40 en Argentina, están construidas sobre el Camino Inka.